Hoy vamos a
hablar un poquito sobre la Calle Real o Calle de Galeana; Plaza y Fuerte de
Galeana.
Para empezar, la
Plaza y Fuerte de Galeana es nada más y nada menos que la Alameda de Cuautla.
Si bien no se necesita mucha imaginación para saber porque la plaza adquirió
ese nombre, es interesante conocer más.
Nos explica
Montero en su manuscrito que Galeana atrincheró el área del Convento de San
Diego lo más que pudo, esto es porque como ya lo habíamos comentado él y sus
tropas se habían quedado en Cuernavaca a descansar, y no fue hasta que se
enteró que Calleja marchaba a Cuautla que se apresuró a llegar, así que para el
17 de febrero ya había concluido con las trincheras y puesto las banderas de
guerra en la torre de San Diego.
El día 18 de febrero comenzó a llegar el ejército de Calleja. Desde las trincheras de San Diego se
pudo observar que el enemigo se acercó a medir terreno con la finalidad de
poder atacar con mayor seguridad.
Morelos,
Matamoros, los Bravo y Galeana analizaban la posibilidad de atacar la
vanguardia[1] de
Calleja, pero Galeana, prudente como siempre, no consideraba que fuera buena
idea, los demás lo apoyaron ya que sabían que no era oportuno, lo cual le importó poco a Morelos, quien los
tranquilizo diciéndoles que solo se acercaría para poder observarlos, tomo su caballo
y salió con rumbo norte, hacia el Calvario junto con su escolta.
Al ver esto
Galeana dio la orden de colocar vigías en lo alto de la Iglesia de San Diego,
pidiendo que a la menor señal de peligro del General le avisaran.
A lo lejos sonó
un cañonazo y de esta forma la escolta del General disminuyo en un 10%, la
vanguardia fingió huir, pero fue solo una táctica para que Morelos se acercara
a las huertas donde había columnas de tiradores escondidos. Cuando estuvo
suficientemente cerca salieron a su encuentro gritando “A cogerlo vivo, ya es
nuestro”. La mayoría de los acompañantes de Morelos se dieron a la fuga, mientras
él les gritaba lo más fuerte que podía:
“No corran, que
las balas no se ven por la espalda”
El enemigo rodeó al General de tal forma que ya ni siquiera podían disparar sus armas, por temor
de herir a uno de su propia compañía, en estos instantes, Torres, que era a
quien Galeana le había dado la orden de vigilar a Morelos, le comunica la
terrible escena, mientras los vigías en el techo de San Diego gritaban “¡Que se
llevan a nuestro General!”; al recibir la noticia, Galeana le da la orden a
Torres de cuidar el fuerte, y dirigiéndose a una compañía de dragones[2] que tenía
cerca montó rápidamente su caballo mientras les decía “¡A mí los valientes; sable en
mano contra ellos!” y en poco tiempo ya estaban acercándose a Morelos, los
realistas no tuvieron tiempo ni de disparar y así Morelos pudo regresar a San
Diego.
El día 19 los
realistas comenzaron a acercarse y colocaron sus piezas de artillería en la
calle de la Atarjea, debido a los sucesos del día anterior, Calleja decidió
verificar personalmente la disposición de las compañías. Por otra parte a
Galeana se le concedió el honor de defender el punto de mayor peligro, San
Diego, Leonardo Bravo tenía a su cargo la Iglesia de Santo Domingo y Matamoros
la Hacienda Buenavista.
La columna de
Jalón y Segarra (del ejercito de Calleja), fue la primera en tener contacto con
los defensores en el fuerte de San Diego, y Segarra al pensar que había
descubierto un punto débil en el mismo exclamó: “Adentro, que la trinchera es
nuestra”, y se lanzó hacía ellos para saltar la trinchera, en ese momento salió
Galeana y le dijo “Esto es lo tuyo” y lo mato de un disparo.
Segarra quedó
con medio cuerpo adentro y medio afuera, Mariano Escoto lo jaló hacía adentro y
le quito las charreteras[3]
para ponérselas él.
Galeana defendió como los grandes
el fuerte de San Diego, es por eso que hoy la Alameda de la Ciudad se llama
Plaza y Fuerte de Galeana.
[2] Los dragones eran soldados que, desde mediados del siglo XVI hasta principios del XIX, combatían como caballería (generalmente al ataque) e infantería (a la defensiva normalmente)
• explorar el terreno a fin de evitar sorpresas (emboscadas o batallas no deseadas),
• ocupar rápidamente las posiciones fuertes del campo de batalla (puntos altos, atrincheramientos, puentes, construcciones),
• proteger a sus fuerzas y contener al enemigo el tiempo necesario para que el ejército pueda desplazarse
• hostigar a un adversario en repliegue o destruirle si ha sido derrotado.
Para responder a estas misiones, una vanguardia está a menudo compuesta de tropas ligeras y rápidas.
[3] Se llama charretera a la divisa militar de oro, plata, seda o lana que se asegura al hombro y cuyos hilos o flecos, llamados canelones, cuelgan sobre la parte superior del brazo, sirviendo a un mismo tiempo de distintivo y de adorno
[2] Los dragones eran soldados que, desde mediados del siglo XVI hasta principios del XIX, combatían como caballería (generalmente al ataque) e infantería (a la defensiva normalmente)
• explorar el terreno a fin de evitar sorpresas (emboscadas o batallas no deseadas),
• ocupar rápidamente las posiciones fuertes del campo de batalla (puntos altos, atrincheramientos, puentes, construcciones),
• proteger a sus fuerzas y contener al enemigo el tiempo necesario para que el ejército pueda desplazarse
• hostigar a un adversario en repliegue o destruirle si ha sido derrotado.
Para responder a estas misiones, una vanguardia está a menudo compuesta de tropas ligeras y rápidas.
[3] Se llama charretera a la divisa militar de oro, plata, seda o lana que se asegura al hombro y cuyos hilos o flecos, llamados canelones, cuelgan sobre la parte superior del brazo, sirviendo a un mismo tiempo de distintivo y de adorno
FUENTES:
Manuscrito de Montero.
La vida de Morelos. Alfonso Teja Zabre
